Han pasado meses desde que publiqué una entrada, no es porque no tuviera nada que compartir, al contrario... la cantidad de cosas sobre las que podía escribir eran tantas que al final no supe por cual empezar, y así pasó el tiempo...
Primero que nada, sigue en pie y en alto mi objetivo de terminar mi libro, este año estoy mentalizada en ello y no me he rendido, y no ha sido fácil: ni ser constante ni rendirme. Intenté postular a un Taller Literario que da Pablo Simonetti en la Universidad Finis Terrae (Chile), se leía prometedor y convocaba a todas las personas que quisieran ser escritores de verdad, nada de gente que buscara un hobby o intentara probar suerte en el medio, sino personas que soñaran con ser escritores y se dedicaran a ello en cuerpo y alma... envié mi manuscrito pero la única respuesta que tuve, muy cortés por lo demás fue algo así como "Hemos recibido su material y estamos muy agradecidos de que nos considerara, lamentablemente usted no ha sido seleccionada pero tendremos en cuenta su manuscrito para futuras instancias que lo requieran". ¿Qué puedo decir?, estoy agradecida (sin sarcasmo) de que al menos se tomaron la molestia de responder, luego sufrí un par de minutos y di vuelta la página, supongo que a la mayoría le han dicho que no a la primera, y en mi caso particular, ya me dijeron una vez: No sirves para cantar, ni siquiera para que tu voz se pierda en medio de un coro, dedícate a otra cosa; y a la vuelta de la vida, ese es el motivo por el que todos me conocen... mi bellísima voz de sirena (con mucha humildad).
Para no quedarme con las ganas busqué alternativas y talleres on line, encontré el mejor de todos, también impartido por un escritor. Félix Chacón, publicó en su blog personal una entrada que se titula así: Curso on line gratuito de escritura creativa, primera y última clase (http://felixchacon.blogspot.com/2011/02/curso-on-line-gratuito-de-escritura.html), en ella, explica que no cree en este tipo de talleres y enumera un sin fin de razones, lo más importante es que me dejó muy en claro que no necesito uno de estos cursos para empezar a escribir, porque lo único que necesita todo escritor es leer mucho, escribir y constancia. Y así fue como dejé de perder el tiempo buscando un taller y me lancé de cabeza a mis capítulos... al menos por un par de semanas.
Han sido unos meses difíciles (ya hablaba de eso el horóscopo chino aunque no soy supersticiosa), tardé un tiempo en comprender que estaba siendo explotada laboralmente y tomar valor para ir a un médico, está claro que antes de eso terminé por reventarme los nervios, llorando desconsolada y con una crisis de angustia que me envió directo a la cama... acabé con licencia médica e incapaz de hacer nada más que dormir... con tiempo y amor he ido mejorando, me aferré más que antes a cantar porque ese siempre ha sido mi poder autosanador, a escribir porque se transformó en una razón para levantarme todos los días y a tocar el piano, un pequeño sueño que siempre tuve de niña. Me ha ido de maravilla aunque pronto mi licencia ha de terminar y volveré al calabozo de mi oficio, sin embargo y siendo positiva, tal vez pueda encontrar un nuevo trabajo que al menos tenga un mejor ambiente (el problema es mi jefe)...
Volviendo al libro, pausé el avance de mis capítulos e hice algo que debería haber hecho desde el principio: redacté una planificación de cómo se desarrollan los eventos en la historia, me compré una croquera y empecé a hacer un diseño de personajes para terminar las fichas biográficas de cada uno de ellos. Cuando empecé a escribir y a leer consejos para hacerlo de la mejor manera, pensé que todo eso en lo que coincidían casi todos, no era más que una gran pérdida de tiempo pero tuve que tragarme mis palabras y hacerlo porque la línea central de la historia se estaba volviendo difusa y los objetivos se perdían en los capítulos... ahora que al fin estoy terminando las fichas de los personajes, apoyándome en la planificación y observando el borrador de lo que será mi novela estoy más entusiasmada que antes, por primera vez puedo decir que, si a la vuelta de los años resulta que no escribo bien, al menos daré vida a una historia que encanta por si misma... a mi me ha cautivado y eso que según mi psicóloga, soy la más cruel, dura y sádica autocrítica que tengo.
Supongo que, como ya es una costumbre en mi, me he dado un par de vueltas para volver al camino correcto, estoy abastecida de cuatro sagas completas que leer, mucha música de películas y series, papel limpio para dibujar y mi fiel MAC que aguanta toda la inspiración derramo en él... sólo me falta un lugar propio y solitario, pero por ahora todo va como se debe... cada día estoy un poco más cerca de hacer lo que amo y vivir de ello.
Amelie
