viernes, 6 de febrero de 2015

LA INMENSA FELICIDAD DE CUMPLIR UN SUEÑO

Hace tiempo que no escribía aquí, me aburrí de hablar siempre de lo mismo... no sé si esta vez sea diferente pero lo importante es que tengo ganas, unas ganas tremendas que no quiero silenciar...

Muchos niños sueñan con ir a Disney, y al parecer de niña no era tan diferente al resto aunque tal vez mis razones si lo hayan sido. Sin lamentaciones puedo decir que mi infancia estuvo un poco cargada a la soledad, digo sin lamentaciones porque ese motivo me trajo muchos "amores" que aún conservo, los más conocidos son la lectura (el año pasado leí 13 libros!, podrían haber sido más... aunque hacía mucho que no pasaban de los 5 anuales), la escritura, el dibujo, la pintura y por supuesto el canto. Ante tal abstracción mi mamá, algo preocupada, me regaló una película de "monitos", un VHS que vi tantas veces que todavía podría recitar todo el diálogo (canciones incluidas) de Snow White, nunca vi al príncipe, pero si a una serie de enanitos que me acompañaron tardes enteras de tareas.

Fue una tradición adquirida recibir cada año una película nueva, y también el hecho de aprenderme los diálogos, fue en uno de estos vídeos que casi al final de la cinta apareció un promocional de Walt Disney World Resort, entonces descubrí que la magia existía en un lugar físico y como cualquier niño deseé con todo mi corazón estar allí... no recuerdo cuantas veces se lo dije a mi mamá, ella siempre me sonrió y respondió: "Algún día, mi amor, estudia mucho y algún día podrás ir", ahora sé que siempre quiso llevarme pero era inalcanzable para nosotras en ese entonces...

Recuerdo que cuando recién entré a trabajar, un día estaba en mi pieza pensando donde podríamos ir de vacaciones con mi mamá y ese anhelo volvió a mi con tanta fuerza que de inmediato empecé a planear, pasaron años entre "prioridades", hasta que entendí que jamás se irían y que el tiempo pasaba. Finalmente tomé la decisión, fijamos fecha y compramos lo necesario, enfrenté mi miedo a los aviones nuevamente y volamos... tengo mucho que decir al respecto, podría escribir cientos de líneas, hablar todo un día de ello, intentar explicar de mil formas lo que sentí y no sería suficiente...

Disney para alguien con tantas expectativas como yo, podría haber resultado ser la mayor de mis decepciones, cuando las expectativas son altas es muy probable que la decepción también lo sea, pero cuando la finalidad es cumplir un sueño y no sacarse el empacho de un gusto, asumo que el resultado es inesperado... 

Siempre que la emoción es incontenible termino llorando, esta vez no fue así... estaba tan emocionada que lo único que hice fue reír... y luego caminar, caminar, caminar, respirar tan profundamente que podría haberme elevado de tanto aire, después sentí nervios y de inmediato esa sensación de que no era real, de que en cualquier momento despertaría en mi cama justo antes de que sonara la alarma para ir a trabajar. Lo que vino después fue correr, reír, abrazar a todo el mundo, sacarme fotos con desconocidos, comer helados, disfrutar el hotel, guardar los jabones y shampoos que había dejado nuestra camarera en el baño (todo con sus respectivas orejas de ratón) al momento de asear la habitación. Descubrí que Mickey Mouse era el centro de todo ese mundo porque era el único que podía dominar la magia del sombrero azul de la película Fantasía, podía hacerlo porque su corazón era puro y así pasé de odiarlo a tenerle cariño (mi personaje favorito siempre ha sido Goofy). Solo al tercer día pude llorar, estaba en el EPCOT, viendo el show Iluminations y entonces dije en voz alta: "Mi trabajo no es tan malo", pero no era en estricto rigor lo que quería decir, mi opinión sobre mi oficio sigue siendo la misma, sin embargo pude ver por primera vez que no todo es tan malo, siempre viene una recompensa de alivio en algún momento.

Pese a todo, aún no había descubierto la verdadera magia... ésta llegó al quinto día, en el Magic Kingdom, era de noche, hacía frío, estaba en medio de cientos de personas y junto a mi, mi persona favorita: Mi mamá. Vinieron las luces, la música, los fuegos artificiales y Tinker Bell saltando al vacío desde la torre más alta del castillo de Cinderella, sujeta al cable de una polea que la llevó hasta el otro extremo del parque... entonces, nuevamente tuve esa sensación de que en cualquier momento despertaría, pero de inmediato vino otra más grande: Sentí que acababa de despertar y estaba justo donde quería!.

Dicen que hay tantas cantidades de libros como personas en el mundo, que cada ser humano tiene un libro con el cual se identifica cómo si esa historia hubiera sido escrita para él, siempre creí que el mío era El Principio, pero en realidad es El Alquimista de Coelho. Esa noche disfrutaba del castillo cuando se vino a mi mente una frase que el Alquimista le dijo al Protagonista: "Pon atención a tu corazón, cuando sientas que se comprime en tu pecho y llores de emoción, en ese lugar donde caigan tus lágrimas es donde está tu tesoro", y lo encontré, encontré lo que había en ese lugar para mi... 

Lo único que puedo decir al respecto es que cumplir un sueño se siente maravilloso, que por un segundo todo cobra sentido, que todo lo que has pasado (bueno, malo, alegre, triste) fue por ese preciso instante y todo aquello que parece lejano se vuelve cercano, y te juras a ti mismo que nunca más te dejarás invadir por la tristeza o la desesperación, no se puede perder esa energía y tiempo en ello porque tienes que cumplir tu siguiente sueño... y das gracias una y otra vez, en mi caso, a Dios por crear todo, al mundo, al hombre, al océano, a la noche, al tiempo, a la vida, a mi y la bendición de vivir por ese momento... no es Disney en si, es uno al cumplir un sueño porque sé que si él lo permite, cuando termine mi novela y cante en la voz de mi protagonista, cuando la historia de mi libro se haga película, me sentiré igual que esa noche o incluso antes, en cada paso que me acerque a lo que quiero, a eso que siempre temí soñar por si no lo lograba... sueño en grande porque no hay sueños imposibles, están en uno por una razón y si ves dentro de ti te darás cuenta que llevas todo para lograrlo, y si no es así, a las herramientas para conseguir lo que te hace falta...

Hace media hora estaba un poco cansada, recordar todo esto y compartirlo me ha devuelto el entusiasmo, cada vez falta menos para terminarla mi novela, no sé cuantas hojas más con exactitud, pero todos los días avanzo al menos unas dos paginas... llegará en momento en que ponga el punto final de mi primer libro y pasemos a la segunda fase de la aventura: "Corregir, editar, vender", no será fácil pero la convicción está, más fuerte que antes... Los Sueños se Hacen Realidad, la frase más cliché de Disney, no por ello menos cierta.


Amelie

PD: En defensa de las Princesas, allá son vendidas como mujeres fuertes que enfrentaron el destino, sus familias, su naturaleza y todo para realizar sus sueños, que en el caso de Snow White y Sleepy Beauty, era conocer un príncipe y casarse. En otras era descubrir el mundo exterior (Ariel en la Sirenita), casarse por amor verdadero y no por conveniencia (Jasmin en Aladdin), abrir un gran restaurante (Tiana en la Princesa y el Sapo), ver las "linternas" (Rapunzel en Enredados), lograr ser ella misma (Elsa en Frozen). Los Príncipes llegaron porque no pudieron resistirse a mujeres tan gallardas y aguerridas. Sin ir muy lejos, en Frozen, Elsa permanece soltera y el acto de amor verdadero que salvó a Anna de convertirse en una estatua de hielo, no fue un beso sino salvar a su hermana de ser asesinada. Tenía que decirlo!

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