miércoles, 19 de octubre de 2016

ENERGIAS RENOVADAS: NUEVAS MIRAS

Estuve leyendo en internet que, los países de habla inglesa, no invierten en traducir novelas latinoamericanas o en español, sobretodo EEUU.

Todo esto surgió porque, como ya es obvio que no me respondieron de la editorial a la que envié mi manuscrito, he tenido que volverme creativa en idear, qué es lo que haré entonces. Una de las opciones que tenía en carpeta era traducir la novela para tener más opciones, sin embargo, ante la creciente sensación de que no valdrá la pena y la falta de recursos, estaba ya dándome por vencida.

Hace dos semanas que estoy estudiando el mercado editorial en España, Argentina y México, ya que ellos son los principales países que invierten en nuevos lanzamientos de autores novatos (al menos mucho más que en Chile); pero, la verdad es que tampoco el futuro se ve muy auspicioso en esas fronteras.

Entonces, agarré un libro para espantar los malos pensamientos y sentimientos que llevaba encima hace un par de meses (por eso no había escrito nada en este blog tampoco). Como era de suponer, releí El Alquimista (Dios mío, ese libro fue escrito para mi!) y me capturó la escena en que Santiago, el protagonista que había encaminado hacia la búsqueda de su tesoro enterrado cerca de las pirámides de Egipto, está a salvo en un oasis del que no puede salir a causa de la guerra, aunque su viaje está detenido. Pese a ello, le está yendo muy bien porque las señales le hablan en ayuda de que pueda seguir en búsqueda del tesoro, y gracias a eso es nombrado Consejero del Oasis; además, encontró el amor de una mujer de desierto, Fátima.
Cuando se reúne con el Alquimista y éste le insta a continuar con su viaje, el muchacho entristece y le dice que no desea continuar con su viaje, que ya tiene más dinero del que imaginó nunca y el amor de Fátima, que ella vale todos los tesoros del mundo. El Alquimista escucha a Santiago y acaba diciéndole: Ninguno de ellos (el dinero y el amor) están cerca de las pirámides que era lo que había revelado el sueño que lo llevó allí, en primer lugar.

Yo estaba en una situación similar a la de Santiago (aunque sin dinero xD)... mi sueño es que a mis libros los hagan película, que la banda sonora sea compuesta por Hans Zimmer y yo ser la voz de mi protagonista.

IMPOSIBLE, me han dicho muchos, sin embargo, cuando decidí dejarlo todo por ser escritora, también decidí soñar en grande y sin límites, porque los límites siempre los pone uno mismo y a mi siempre me ha costado confiar en mis capacidades, así que tener un sueño de tal envergadura es terapéutico.

Como ya dije antes, la editorial que había mostrado interés en mi proyecto, jamás contestó y ya no espero que lo haga. Y en el devanarme los sesos buscando otras alternativas, llegó un momento en que dije: BASTA! Ya escribí mi libro, me siento muy orgullosa de mi misma, tengo mi página web para cantar en eventos y está todo bien; buscaré otras editoriales con calma y tal vez, algún día, se publicará mi manuscrito y parte de mi sueño estará cumplido. Pero, al igual que en el Alquimista, ninguna de esas razones están cerca de lo que soñé en un principio y por eso incluí a EEUU en mi "estudio de mercado"; fue así como acabé leyendo sobre los esfuerzos de América en importar literatura latinoamericana, y la respuesta es "ninguna" porque no están interesados (salvo algunas excepciones, claro está).

Si quiero que a mi libro lo hagan película algún día (debería decir, pronto), es obvio que tendré que buscar la forma de llegar al mercado americano, así que voy a  traducirla, veré si es posible obtener una Visa de trabajo y buscar agentes y editoriales para ver que tal me va; no cuento con que será más fácil que aquí, pero si estará más cerca de lo que soñé. Mi novio siempre dice que no hay que conformarse con menos de lo que se deseó... a mi me gusta confiar más en el Señor, después de todo, siempre he conseguido mis sueños en el tiempo que Él considera correcto... pero de una u otra forma, es bueno tener claro lo que se desea y no perder ese enfoque, en ese aspecto estoy muy de acuerdo con Cris.

Mientras mi correctora me está leyendo (Al fin acabó su magister, así que ahora tiene algo de tiempo), tengo 3 tareas que ya debería haber hecho, pero como la editorial en cuestión conocía el proyecto, no fue necesario adjuntar otros documentos al momento de enviarla. Como subí la apuesta, debo confeccionar:

- Mi Curriculum (de escritura). No más de una página.
- La Propuesta Editorial. No más de 3 páginas a doble espacio.
- El Resumen. No más de 30 palabras >o<!!!

He tenido que buscar mucha información al respecto y ya la próxima semana trabajaré de lleno en eso ¿Porqué no ahora? Porque quiero subir un capítulo de mi Fanfiction este fin de semana y entre el Coro Sinfónico, 2 blogs y el trabajo... Uf! Además, ya entendí que lo de ser ansiosa me ayuda a trabajar muy bien bajo presión; pero ya luego, me agoto y después tardo mucho en recuperar el ritmo (como la curva del azúcar en la sangre).

En fin, estoy muy feliz de aún tener energía suficiente para no rendirme y seguir porfiando por la vida. En la entrada anterior dije que ese era el único motor que conocía, y no estaba mintiendo.

Aún no se cómo, pero pronto viviré de lo que me hace feliz (está decretado).

Amelie

PD: Gracias por todo Dios mío, eres maravilloso. En ti, todas las cosas son hechas nuevas... mi mayor tesoro es haber sido encontrada por ti, y rodeada con toda la intensidad de tu gran y eterno amor... (no es el mejor momento de mi vida, está claro... sería peor si estuviera sola y a la deriva. Todo mejorará, mi fe está puesta en Él...)

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