"Irse a negro" es una expresión similar a "Anda con el Litio bajo", la uso con frecuencia cuando paso por mis estados de bajón emocional y la verdad es que me gusta mucho (no estar en negro sino la expresión en si)... "Andar con el Litio bajo" lo asocio más con la tristeza, mientras que "Estar en negro" me parece a que uno ve las cosas de color negro y eso puede ir acompañado o no de la pena.
En mi caso, no estoy melancólica ni bajoneada, sólo cansada y bastante... ese cansancio físico me aletarga y ese aletargamiento hace que mi cerebro procese todo de forma lenta... finalmente uno termina calentando los pensamientos y las ideas más del tiempo debido, pasando de ser las mejores iniciativas que has concebido a los temores más exagerados (sin ser un trastorno bipolar, ya fue descartado xD); como apagar la luz para disfrutar una tormenta eléctrica, por ejemplo, y luego asustarte por las sombras proyectadas en las paredes en cada relámpago... (incomprensible)... ¿Porqué hace un par de semanas todo estaba ordenado, previsto y calculado; y ahora el mismo cuadro parece descabellado, insuficiente e inútil?... bueno, eso es "Irse a negro".
Hacía días que me sentía extraña, sabía que tarde o temprano esto pasaría (sin ser pesimista o algo por el estilo), gracias a Dios aprendí a reconocer mis estados, ahora sé cómo debo actuar, qué debo evitar, qué música es mejor escuchar... y ya en un par de días todo vuelve a la normalidad; antes esos estados me tomaban por sorpresa y el "negro" era violento y absoluto, ahora sé que más temprano que tarde finalmente pasa y veo la luz al final del túnel.
Pese a que "estoy en negro", me animé a escribir esta entrada para mi, preguntándome si a algún otro artista le pasa lo mismo... la duda surgió porque, cuando descubrí hace años que podía cantar lírico, me volví muy popular en mi círculo, pero cuando pasé a ser integrante de un coro o entré al conservatorio, me convertí de ser "especial" a "una más del montón" (de buena manera). También me pasó con la escritura, era una chica "extraña" en el colegio por pasarme las horas de clase escribiendo historias y no depilándome la cara con una pinza como el resto de mis compañeras, luego a "popular" por hacer cosas diferentes al resto (incluso ahora que soy adulta y trabajo), sin embargo puedo decir con mucho orgullo que en el Taller de Escritura Creativa que tengo los fines de semana, soy "una más" en mi curso de cuatro alumnos porque somos todos unos "bichos raros" en nuestros respectivos círculos sociales, sin embargo en la sala que ocupamos los sábados de 10:00 a 11:30 hrs. somos de la "misma especie" por decirlo de alguna manera... no he tocado este tema con ellos, pero podría apostar sin temor a equivocarme que de cierta forma pasamos por lo mismo. Supongo que es parte de ser más sensibles que el resto o ver las cosas de otra manera, el ser artista.
Hice este break para procastinar en mis sentimientos oscuros y no hacer mi tarea del Taller de Escritura... eso es lo que más lamento de "estar en negro": El tener infinitas ganas de hacer tu arte pero al llegar el momento de al fin poder hacerlo, no tener ganas. Buscar en las cosas maravillosas que has proyectado cuando finalices y aún así no mover un dedo, porque eso que viste tan real en un momento, eso que te hizo correr la adrenalina a mil en las venas, lo que te hizo levantarte y sacudirte con plena convicción de que cambiarás el mundo; se torna nubloso y etéreo, como el recuerdo de un sueño a un segundo de haber despertado, aún sintiendo en ti las emociones del REM pero al mismo tiempo las imágenes se desvanecen y aunque tratas de que no se vayan, ya no están allí...
Saldré del "negro", siempre lo hago, aunque esta vez quería evitar que la oscuridad se derramara en mi corazón, porque es agotador y porque no tengo tiempo para perderlo en un estado semejante, sin embargo anoche dejé que me pasara por encima después de dos semanas de luchar por evitarlo... si seguía peleando contra él estaría más cansada, ahora que está sobre mi sé cómo manejarlo para liberarme de él pronto... después de todo, sé muy bien qué provoca esos estados en mi y por ahora no puedo simplemente renunciar a mi trabajo... entonces me doy fuerzas en que ya planeé mi salida. No precipitaré las cosas porque tiendo a embaucarme en el proceso y además, si quiero vivir de mi arte debo cultivar la paciencia, los tiempos de Dios no son los de uno, pero un día inevitablemente se cumplen.
No he perdido de vista mi objetivo, la luz sigue allí y junto a ella mi novela y mi voz de sirena haciéndome compañía, aún cuando en el camino me haya topado con una tormenta de arena... y como todas las tormentas, pasará.
Amelie.