jueves, 17 de diciembre de 2015

UN PEQUEÑO BLOQUEO TEMPORAL

Hace un par de semanas que estoy con un sólo trabajo, la verdad es que no he podido escribir todo lo que imaginé que escribiría cuando tuviera más tiempo... estaba muy cansada y creo que aún lo estoy, de hecho no me había dado cuenta de qué tan cansada estaba hasta que mi cuerpo comenzó a protestar y estuve (estoy) con algunos problemas de salud.

Escribo esta entrada porque estoy con un bloqueo, tengo tantas ganas de escribir que no puedo hacerlo, como cuando te estas muriendo de sueño y lo único que deseas es echarte sobre la cama, pero cuando al fin estas entre las sábanas no puedes dormir, y te pesan los ojos, sientes como tu cuerpo poco a poco se va relajando pero el sueño se resiste en la oscuridad... tal vez protestando porque podrías haberte dormido antes pero lo rehuiste y ahora él no quiere venir por ti... bueno, algo así...

No sé por donde empezar, todas las ideas se arremolinan en mi cabeza e intentan llegar a mis manos empujándose unas a otras, lo que se traduce en que en cuanto me siento a describir, ese texto no me parece tan bueno y me dan ganas de escribir otras escenas, entonces cambio de escena para no forzar la creatividad y otra vez cambia... es desesperante, al final suelto el computador y duermo...

Ahora que el taller de escritura terminó, la profesora nos dio dos meses para terminar nuestras novelas y aún no puedo acabar siquiera un capítulo que estoy trabajando hace tres semanas... en fin, trato de no desesperarme y seguir adelante, aunque sea sólo un punto al día ya me satisface, como ahora por ejemplo: Estoy redactando una entrada porque no puedo avanzar en mis capítulos, lo que es bueno, al menos estoy escribiendo... Stephen King dice en "Mientras Escribo" que la inspiración no siempre esta allí, es más, es un "muso" caprichoso que se presenta en bata, a regañadientes, con un puro en la boca y una copa de wisky (el licor lo elegí yo) en la mano; luego se sienta en cualquier parte menos en el asiento que arreglaste para él y no hace otra cosa más que mirarte de forma arrogante mientras te desesperas intentando hacer que coopere, pero no lo hará... a menos que "lo obligues", es decir, te encierras cada día a la misma hora, en el mismo lugar, listo para escribir hasta que por cansancio comenzará a trabajar contigo, posiblemente para que lo dejes en paz de una vez y seguir bebiendo tranquilo o porque logres afianzar una buena amistad con él... de momento creo que ambos nos miramos con cara de aburrimiento máximo esperando que uno de los dos se canse primero y desista. 

Es posible que esté molesto conmigo, fuimos cercanos cuando estaba en el colegio, me buscaba a todas horas y yo siempre estaba dispuesta para él, pasábamos tardes enteras riendo y creando mundos... pero después vino la universidad, la responsabilidad, un trabajo, luego dos al mismo tiempo, y ahora que recuerdo nuestro pasado juntos y nuestra amistad adolescente, sólo quiero rodearlo con mi brazos y decirle al oído: Cuéntame una historia, una historia que no le hayas contado a nadie... pero él mantiene la distancia, teme que vuelva a abandonarlo... una vez que la confianza es violentada las cosas no vuelven a ser como antes... ja ja ja menuda historia!. Pero es algo así. (Tal vez debería cambiar al "muso" por uno de mis personajes favoritos, ese que también me contaba historias... no era arrogante, no fumaba ni bebía, sólo me contaba historias... ese que fue y es mi amor platónico...)

Por otro lado, otro de mis problemas es lo que escribo (aunque suene contradictorio), mi profe (y también segunda editora) es una mujer independiente y feminista, es seca!; en contraposición a lo que yo escribo porque mis héroes tienden a ser hombres más que mujeres. La verdad es que mi heroína es bastante frágil... no una princesa odiosamente pasiva, pero si es frágil y va de la mano de un hombre gallardo que la defiende la mayor parte del tiempo... ya me llegaron recomendaciones de que ella tenía que tener más carácter y tomar sus propias decisiones (que las toma, pero más aún!) en este bum del feminismo que a veces me agota. Lo único que puedo decir al respecto, y otra vez traigo al maestro Stephen a colación, es que uno debe ser honesto, escribir con la mayor honestidad que pueda y respetar la esencia del personaje; cuando uno miente o los fuerza a hacer algo que no harían, el lector lo percibe y la historia se va por el caño... yo tomaré los consejos de mi segunda editora, por algo ella es lo que es, pero también resguardaré la integridad de mis personajes como yo sienta que debo hacerlo, si finalmente mi libro es desechado por la editorial que podría sacarlo al mercado, tendré que buscar otras opciones pero al menos mi ser estará satisfecho...

Uf!, ya me siento con ánimos de seguir, espero que mis personajes se pongan de acuerdo y me empiecen a hablar de a uno, suena muy friki pero no tengo otras palabras para describirlo... de cierta forma ellos se mandan solos, uno les da ciertas características de personalidad y desde ese punto toman vida, hacen cosas que uno como escritor no prevé y de esta forma, aunque ya se haya planificado más menos lo que vendrá, uno también descubre la historia que escribe.

Manos al teclado!!

Amelie.

Lo más destacado

¡HE VUELTO!

Creo que todas las entradas en este blog comienzan de la misma forma: "Hace mucho tiempo que no pasaba por aquí..." y lamento que ...

Lo más leído