domingo, 31 de diciembre de 2017

¡Y SE VA EL 2017!

Tal y como dice el título de la entrada... se va el 2017 y es necesario, al menos para mi, tirar línea y hacer un balance de todo lo que ocurrió este año...

Siempre he dicho que las mejores cosas me ocurren en años impares, puede que no sea más que una vieja sugestión, porque todos los años traen de miel y agraz; pero en mi percepción las cosas que más han quedado en mi retina y en mi corazón, han ocurrido en años impares...

El año 2003 me licencié de 4to medio, el 2005 entré a la Universidad y terminé mis estudios profesionales el 2009, el 2011 conocí a la persona con la que tuve una relación de 6 años (la más "larga" que he tenido) que acabó este 2017...

Este año comenzó muy difícil para mi, estaba sin trabajo, sin ahorros, con la publicación de Nereide detenida y en silencio; estaba pensando en vender algunas cosas para poder pagar los dividendos de mi casa cuando me robaron algo que aún no terminaba de pagar; estaba pensado en vender mi auto para cumplir con mis obligaciones... Sentía que estaba por completo arruinada, que ya nada más podía pasarme, y entonces, la relación con la que tanto me había proyectado, llegó a su fin de una manera tan abrupta e inesperada que todo mi ser se silenció por completo... dejé de cantar, de bailar, de escribir y de hacer todo lo que me gustaba... sentí que ya no me quedaba nada y que en verdad ya nada más podía pasarme...

Pero Dios es bueno, él había respondido una petición que yo había hecho, y confirmó después que estaba en el camino correcto al fin... recuperé mi trabajo y poco a poco las cosas comenzaron a andar otra vez; y fue así, que pude empezar a pagar mis deudas, volví a cantar, a bailar (aunque tuve que repetir el primer año en la escuela), a escribir (ya estoy terminando el tercer libro de la saga) y a ser yo misma otra vez (como en la canción de Miranda: Uno los Dos [Caída de carnet heavy xD]).

El lanzamiento de Nereide estuvo muy cargado al estrés, aunque fue un éxito, y he saldado la mayoría de las deudas que tenía. Luego de vender la primera impresión de 5o libros las cosas se han sosegado bastante, a tal punto que ya no es el éxito que fue hace unos meses, por tanto, decidí darme una pausa para organizarme y recargar pilas, porque cada día que pasa estoy más segura y decidida de poder llegar a vivir de lo que escribo, de que a mis libros los hagan película (si Dios lo permite), aún cuando eso sea algo lejano o "imposible"...

La vida nos sorprende de muchas maneras, a veces es sutil y otras es "mágica"... en verdad creo que nada es imposible, sólo que las cosas no ocurren siempre de la manera que imaginamos o a la velocidad que deseamos... realmente Dios es perfecto y todo se mueve de la forma que él quiere porque tanto su voluntad como sus tiempos, son perfectos... aún cuando pasen años... 

Este año aún tenía sorpresas para mi, un regalo que siempre estuvo envuelto frente a mi, pero que recién ahora se ha abierto, ahora que las condiciones se dieron en una sincronía perfecta y sobrecogedora... siempre he creído en el amor verdadero, que el amor es inmortal, que puede trasformarse y trascender (de eso tratan mis libros)... siempre dije que escribía sobre el amor en el que creía pero que nunca había encontrado, sin embargo, de una forma extraña e inesperada, es algo que sé que encontré y que puedo abrazar ahora sin temor y con la cálida sensación de que por primera vez, no voy corriendo contra el tiempo, después de todo, fue el mismo "tiempo" el que tuvo que avanzar lo suficiente para que nos volviéramos a encontrar.

Los caminos de Dios son misteriosos, somos los protagonistas de la historia que él a escrito para cada uno de nosotros y nos sorprende en sus giros de trama...

En resumen, ha sido un buen año, aún con el gran dolor que viví... como dice la Rosa del Principito: Uno debe soportar un par de orugas para llegar a conocer las Mariposas... ojalá no hubiera tenido que pasar por eso, pero que bueno que lo viví y pude conquistar en ese sufrimiento todas las lecciones que aprendí junto a mi ex novio, no me arrepiento de haber dado un salto hacia el amor que sentí por él y de haberlo vivido a concho, imaginando los hijos que nunca tuve, los viajes que no llegamos a hacer, la casa que no llegamos a construir... pero que sin duda vendrán, sólo que tal vez de la mano de alguien más o sólo de la mía... . Deseo para él toda la felicidad que merece, que encuentre a una mujer que quiera las mismas cosas que él desea, que alcance la plenitud en todos los ámbitos que para él son importantes, que encuentre a alguien que ame a su hija tanto como yo aún la amo, o incluso más...

Por mi parte, yo me encontré a mi misma, volví a ser la que era antes aunque con más experiencia y más valiente; voy de la mano de alguien que quiere cosas más parecidas a las que yo quiero y con quién, por ahora, se han dado las cosas de una forma que JAMAS llegué a imaginar...

Se viene el segundo libro de mi saga y con ilustraciones otra vez, espero que también el tercero. Es tiempo de concretar otros proyectos sin esperar que sea el 2019 para darles luz verde, aún espero que el tema de los años impares sea sólo una sugestión...

Feliz año nuevo para todos y pido disculpas, de todo corazón, si me he equivocado, si he lastimado a alguien con mis actitudes, si he ofendido a quién no lo merece o incluso si lo merece... yo disculpo el daño que me han hecho, el dolor que me han causado, las calumnias que se han podido decir de mi sin ser ciertas, estoy segura de que ha sido sin querer o medir, porque el poder de las palabras puede ser devastador. Limpio mi corazón de todo lo que no me sirve ni me hace crecer, para dar espacio a lo que vale la pena y aún no llega hasta mi...

Amor para todos!!!!!

Amelie

miércoles, 8 de noviembre de 2017

EL CANTO DE NEREIDE, TIENE RESEÑA :D!!!

Tal y como dice el título de esta entrada: El Canto de Nereide, tiene una reseña!!!! Y yo estoy tan feliz... tan agradecida de tanta bendición!!!


Si antes de leer lo que tengo que decir, quieren leer la reseña, les dejo el link a continuación:


Ahora, en mis palabras...

Creo que ni en mis mejores sueños contemplé que alguien reseñaría formalmente lo que escribo; mi experiencia más cercana a eso se remonta a cuando mis compañeras del colegio se robaban los cuadernos y agendas donde escribía, y luego me comentaban lo que opinaban… de muchas de esas retroalimentaciones decidí que (en casi todos los finales) escribiría desenlaces alternativos porque los que yo veía en mis personajes, no satisfacía a la audiencia… es difícil para mí escribir finales felices, pero no porque sea fatalista o algo así, aunque he tenido mucha influencia de Oscar Wilde; sino porque en la vida real no todas las personas son felices al mismo tiempo, por tanto, no era que no hubiera un final feliz, sino que no todos eran felices al final.

En lo personal he leído reseñas de todo, fue un hábito adquirido luego de ir a ver una película al cine hace muchos años (gastando todos mis ahorros de mi tiempo de estudiante) y llevarme la peor de las decepciones, tanto así que llegué a llorar de impotencia luego de salir de la sala con los bolsillos vacíos y la sensación de que realmente había botado mi dinero a la basura. Desde ese momento siempre leo reseñas, aunque no para decidir, me gusta formar mi propia opinión sobre las artes porque hay para todos los gustos y, así como hay personas que odiarán algunas obras, otras las amarán… mas bien las busco para formarme una idea de lo que trata y saber de antemano si reúne algunos elementos mínimos que puedan llamar mi atención.

Con los libros no siempre me ha dado resultado, “Sinfonía Eterna” prometía a gritos a mis sentidos y es el único libro que no he podido terminar de leer en 7 años, el único al que siento que las 80 páginas que me quedan para acabarlo son “demasiadas”…

Hace dos días que sé que mi libro ha sido reseñado por otra escritora en su página, ella es Sameq y colaboradora activa de La Ventana del Sur, una plataforma realmente maravillosa que tiene la noble intención de no sólo dar a conocer a escritoras chilenas al mundo, sino de instar y motivar a todos aquellos que deseen escribir, brindando consejos y herramientas para lograrlo de la forma más satisfactoria que se pueda.

Es difícil para un escritor que alguien más opine sobre su trabajo, en mi caso porque sentía que en verdad nadie podría ser capaz de ver el mundo de mis personajes (ni a ellos) de la forma maravillosa en que lo hago; Sin embargo, ese mismo debe ser el objetivo de un buen escritor: ser capaz de narrar de una forma tan honesta, que otras personas puedan describir el mundo que vemos a través de nuestros ojos. Descubrirlo con nosotros, sufrir por nuestros personajes del mismo modo en que lo hacemos nosotros cuando los vemos en el fuego de la dificultad… es probable que la aprensión que sentía no fuera más que temor de no haber sido capaz de entregar la historia que escribí de forma correcta, aun sabiendo que tengo mucho que aprender al respecto.

Leer la reseña de Sameq fue casi un regalo, aunque debo admitir que en cuanto supe de ella se me apretó el estómago y mi corazón se llenó de adrenalina, sin embargo en cuanto comencé a leer su opinión sobre mi trabajo, mi alma se inundó de gratitud porque de acuerdo a lo que vi, logré dar a entender lo que quería (por supuesto que con observaciones de las que ya me había percatado).



Sameq fue muy asertiva en su descripción e incluso en lo que señaló como: "lo que le faltó", en el libro. Si ya leyeron la reseña, puedo decir y recordarles a los que ya sabían, que el manuscrito del primer libro fue dividido en dos por temas de costo y venta, era demasiado largo y nada rentable producirlo... con el dolor de mi alma tuve que acceder a tomar la sugerencia de mi editor y dividirlo a la mitad; y es precisamente en la segunda mitad que va a ser lanzada entre Diciembre de este año y Enero del próximo, donde abunda lo que a ella "le faltó" por encontrar.

Descubrí que soy de esos escritores que al momento de ensamblar una historia para trasformarla en libro, tengo que hacer una planificación de capítulos, fichas, documentar, apegar el argumento a la estructura "sugerida" de novela, definir el arco argumental, etc. El manuscrito de El Canto de Nereide, tenía 150.000 palabras aprox., pero a lo largo de todas ellas se extendía un arco argumental de inicio a fin. Al dividirlo, tuve que cerrar el primer libro de forma "elegante" y dar pie a su continuación (en la que ya estoy trabajando correcciones).

Necesitaba compartir esto, decir una vez más que me siento feliz y plena, agradecida de Dios que ha sido tan bueno conmigo, y a todas las personas que se han arriesgado en llevarse a "Nereide" en el bolso... trabajo cada día en seguir adelante (voy a mitad del tercer libro)... sólo espero que disfruten el viaje y puedan sumergirse en ese mundo que yo veo y que tanto me gusta!

Cuéntenme que tal les parece el libro!

Amelie

domingo, 5 de noviembre de 2017

EL CANTO DE NEREIDE EN FILSA 2017

Me dijeron el otro día que mi blog era como un diario de vida... 

La verdad es que empecé a escribirlo a modo de bitácora, quería registrar aquí las experiencias más importantes en el camino que he trazado para transformarme en "escritora", aunque al pasar del tiempo llegué a la conclusión de que ya lo era, porque escribir es algo hago desde que aprendí en el colegio, que no necesitaba publicar un libro formalmente para serlo... aunque así lo sentía en un principio. En la sociedad actual los títulos son muy importantes,  no sólo para "situar" a las personas en niveles y categorías, sino que también para validar sus opiniones frente a todo, incluso la vida... es algo con lo que no estoy de acuerdo, una cosa es tener fundamentos objetivos en los que se pueden apoyar las opiniones (aunque considero que las opiniones personales son igual de importantes que las objetivas), y otra muy distinta es validar esa opinión sólo porque quién la emitió sea "experta"...

Creo que me fui por las ramas ja ja ja... sin embargo (y volviendo a la primera línea), aunque en un principio me hizo "bulla" la descripción que me dieron sobre el blog desde fuera, debo reconocer que no me desagrada, ahora siento que es mucho más personal de lo que era mi intención en el principio y por tanto mucho más honesto de lo que yo creía. Como sea, mis objetivos en este espacio se están cumpliendo y eso me encanta ;D

Siguiendo con la intencionalidad de registrar lo importante, tengo la necesidad de hablar sobre FILSA 2017 (Feria Internacional del Libro de Santiago) y lo que ha significado para mi... 
Es muy común imaginar lo que deseamos y quedarnos cortos en las expectativas cuando planificamos; luego de terminar el curso de Escritura Creativa que tomé en la Editorial Loba Ediciones, creí que tardaría menos en publicar (algo así como que en cuánto terminara el manuscrito sería casi automático... por Dios! Es obvio que no sabía nada sobre la vida ja ja ja). 

Hace dos años venía de vuelta a mi casa mientras manejaba mi auto, era de noche y estaba muy cansada porque en ese tiempo trabajaba dos turnos para juntar el dinero suficiente, que me permitiera renunciar a mi trabajo regular para terminar de escribir El Canto de Nereide. Pasé por fuera de la Estación Mapocho y soñé en voz alta, dije: En un año, mi libro va a estar en FILSA... me equivoqué, no fue el año pasado, pero si fue en éste :D!


A nivel de Editoriales Independientes, FILSA no representa ningún beneficio más que algo de status y difusión, es importante porque se generan contactos y no deja de ser una ventana al mundo... sin embargo, no hay mucho espacio para el talento nacional y priman los libros extranjeros... las masas consumen autores consagrados y libros "escritos" por farandulilla criolla, y a pesar de que esto me desagrada tanto como escuchar reggetón, no puedo culpar a las personas por elegir "lo seguro" y consumir los frutos exóticos del extranjero, no puedo porque la responsabilidad parte por casa y en nuestro país no hay incentivos, ni educación, ni cultura que promueva las artes en general; la dura realidad es que a los chilenos no les gusta leer y a quienes sí gustamos de la lectura, si somos de clase media y aún no ganamos un sueldo, lo único que nos queda son plataformas de libros virtuales y/o piratas, acceder a un libro original es casi imposible para alguien que gana el sueldo mínimo en este país. ¿Y las bibliotecas? Bueno, si quieres leer Papelucho o a Isabel Allende, por supuesto que encontrarás ejemplares disponibles, pero si ya pasaste por esos autores y deseas sumergirte en el mundo de otros nuevos, masivos, de moda o más rebuscados, es casi imposible. Sin ir más lejos, jamás pude encontrar disponible El Señor de los Anillos en el Bibliometro.

Sin embargo, para una novata como yo, cuya novela se lanzó en Agosto de este año, estar en FILSA dos meses después, es un sueño cumplido... Mi novela está en una ventana hacia el mundo, en un stand (Stand de Hueders, C-25) compartiendo lugar con otros títulos de autores que se han abierto paso con las mismas dificultades que yo... es indescriptible!

El jueves que recién pasó me tocó estar en una mesita en el stand para firmar libros a quienes quisieran "arriesgarse" a llevar el libro de una desconocida... hubo una chica llamada Grace que después de escuchar mi descripción personal sobre la trama, se fue diciendo que volvería otro día, y en menos de 5 minutos había vuelto por él... en verdad que no podía caer en mi misma de tanta felicidad, porque estar en FILSA y vender un libro allí, para alguien que tiene un título en el mercado desde hace sólo dos meses, es como sacarse la lotería ^^!



Allí también estaba Pablo Simonetti, el mismo que hacía tres años me había dicho que si yo no había sido seleccionada en su taller de Escritura Creativa impartido en la Universidad Finis Terrae, era porque él buscaba originalidad y tal vez la muestra que yo envié para selección (los 3 primero capítulos de El Canto de Nereide), no era lo suficientemente original... por supuesto que él tenía una fila interminable de gente en su mesa y en verdad me sentí feliz por él, nuestras miradas se encontraron aunque estoy absolutamente segura de que él no tienen ni la más mínima idea de quién soy, ni me recuerda de la forma en que yo si me acuerdo de él; pero también me sentí feliz por mi, por ser perseverante y no rendirme, porque logré llegar al primer peldaño de lo que soñé cuando decidí publicar...

Estoy feliz, siento energías renovadas para continuar, las señales siguen siendo buenas hasta ahora... cada día aprendo un poco más observando a otros autores, abriendo los ojos a nuevas ideas, sigo soñando en grande y no olvidando a dónde quiero llegar, aún cuando para eso falten otros muchos años... o tal vez, no tantos...


sábado, 14 de octubre de 2017

FERIA PRIMAVERA DEL LIBRO

Estoy muy feliz porque ya vamos en la segunda reimpresión del mi libro, y en él se han aplicado correcciones, se agregaron ilustraciones y cada vez me gusta más el producto final... 

He escuchado de otros autores que escribir un libro es como tener un hijo, y debe ser así: cada vez lo encuentro más bello y aún cuando ya está impreso, demanda de mi una cantidad de tiempo que nunca imaginé. Ahora que está disponible para venta, tengo que tener tiempo para estar presente en eventos donde puede darse a conocer mucho más allá de mi círculo de amistades, por tanto, mis fines de semana ya no son míos y de relajo, son suyos y de trabajo; de estar toda una mañana, o tarde, o ambos de pie tras un mesón con otros títulos y formatos tan buenos o mejores que el tuyo y "moverte" para que alguien lo tome lo ojee y no siempre se lo lleve... ha sido todo un descubrimiento.

El fin de semana largo que recién pasó fue feriado en Chile, y se llevó a cabo una Feria de Libro llamada "Primavera del Libro". Una de las cosas que más me gustó es que en el último día regalaron arbolitos , sin embargo, más allá de eso debo decir que fue mi primer evento oficial post lanzamiento. Mi editor me dijo en un momento: necesito que tengas tu mejor actitud de venta y "vendas" tu libro; justo en ese momento todas las palabras (que siempre abundan en mi) huyeron lejos y me dejaron en silencio... fue algo tragicómico... una cantante lírica con pánico escénico.
La verdad es que no tenía ni la más mínima idea de qué decir, las personas se acercaban al mesón y yo estaba de pie, congelada y silenciosa tras los libros como un maniquí. Fue toda una fortuna que tanto el editor como otros autores estuvieran allí para decir lo que a mi no se me ocurría. Fue al día siguiente que recién pude romper el hielo, empecé saludando, luego prestando atención a mis compañeros y después repitiendo lo que ellos decían; al cabo de dos horas, había vendido tres libros y las palabras fluían otra vez.

Creo que es una de las cosas más difíciles que he hecho, nunca he sido buena vendedora, cada vez que lo intenté en el colegio con chocolates y otro tipo de golosinas, quedé en la ruina... pero la necesidad nos hace hacer cosas impensadas xD! Mi libro no se estaba vendiendo como los otros, restaba media tarde y aún quedaba la mitad del stock que había dispuesto mi editor para la venta... y a pesar de que él NUNCA ha dicho algo similar a lo que diré, la verdad es que siempre he sentido que si no se vende no sirve, es decir, para ganarse el respeto o el reconocimiento en este caso, es a través de números azules y yo estaba en rojos...

Ya no tenía más tiempo y tuve que retirarme temprano, el cumpleaños de mi papá estaba a la puerta, así que me despedí y volví a casa con la sensación de que todo iba de mal en peor (Soy muy dramática xD), después del "Cumpleaños Feliz" me vino un "atracón" de escritura y avancé 5000 palabras en dos horas, dejé en el papel toda mi frustración y escribí como si hubiera emprendido una carrera contra un infarto... por esas horas recibí un mensaje de mi editor para decir que "Todas las Nereides" se habían vendido...

Sobre lo anterior debo decir en primer lugar que Dios es fiel; después, que el editor siempre tiene la razón por extraño que puedan parecer sus técnicas y planes; que en la adrenalina de la Feria había olvidado comer, ir al baño e incluso sentarme a descansar en algún momento; y que había valido la pena todo el esfuerzo... estaba en las nubes, todo lo que sentía era algodón en la sangre y que las ninfas cantaban en coro...

En resumen, fue un fin de semana maravilloso... y mañana me toca viajar a Valparaíso a seguir vendiendo, a seguir trabajando ^^!!

Amelie!



martes, 19 de septiembre de 2017

EL CANTO DE NEREIDE: CAP. 1 - RECUERDOS MALDITOS

Lo prometido es deuda!!! Esta noche compartiré en esta entrada el primer capítulo, del primer libro que compone la saga que estoy escribiendo.

Si les gusta y desean adquirir el libro, pueden contactarme en www.facebook.com/nereide.nene que es la página de facebook oficial. Pueden dejar mensajes allí, compartir comentarios y enterarse de las novedades respectivas de la novela.


01. Recuerdos Malditos

       Damián dormía luego de una intensa noche de estudio, había caído rendido en el sillón del living una hora antes de ir a la universidad. El reloj de la biblioteca daba las 5:30 a.m., mientras en el ambiente se dejaba sentir el frío del amanecer.
       El muchacho estaba sumido en sueño profundo, sin embargo, su conciencia aún seguía activa, observó a su alrededor y se sintió complacido de la proyección de su inconsciente, estaba descalzo y vestía ropa negra. Sin prisa caminó a través de la hierba alta que se extendía hasta más allá de donde podía distinguir. El joven se recostó sobre la vegetación y cerró los ojos para disfrutar del silencio de su propio mundo. Aunque trató de no pensar en ello, fue inevitable no reflexionar sobre los inexplicables sueños recurrentes que había tenido desde hacía un par de semanas, sueños que se acompañaban de un aroma que hasta ahora le era familiar pero que no podía reconocer.
       De pronto, cuando creía que no ocurriría nada, comenzó a soplar una brisa que llenó esa dimensión con la presencia de alguien más, la misma que invadía sus sueños recurrentes. De inmediato se puso en pie y buscó a su alrededor con la mirada.
    No puedo verte pero sé que estas aquí, puedo sentirte – Dijo en voz alta y severa – Ésta dimensión me pertenece. Muéstrate y explícame ¿Qué quieres de mí? ¡Deja de esconderte!
       Para exponer a quién fuera que estuviera provocando su mente, cambió el ambiente haciendo desaparecer todo cuando le rodeaba. Fue entonces que a una distancia no muy lejana, frente a él, se materializó la silueta frágil y delgada de una mujer cuya piel celestina translucía tonos de un perfecto matiz deslumbrante; parecía suspendida sobre agua cristalina, su reflejo se dibujaba bajo sus pies mientras pequeñas ondulaciones se extendían de forma circular desde ella hacia él. Estaba desnuda, su largo y ondeado cabello blanco caía sobre sus pechos y se perdía más abajo de su cintura, tenía unas marcas extrañas en el rostro a cada lado de sus labios y bajo sus ojos... unos ojos que fusionaban el punto exacto de unión entre el cielo y el mar, tan azules, tan puros que parecían asomarse en ellos todas las estrellas del universo. Damián quedó perplejo, la observó con disimulo de pies a cabeza en silencio y permaneció unos minutos así, admirando su mágica belleza. La muchacha sonreía con timidez.
       De pronto una gran mancha oscura apareció tras ella, desde mas allá de los límites de aquel sueño e iba creciendo mientras avanzaba con velocidad hacia la joven, el corazón de Damián se estremeció, quiso correr y alcanzarla porque sabía que si lograba llegar hasta ella, podría protegerla. Pero del suelo húmedo nacieron ramas que se enredaron en él para inmovilizarlo, la muchacha volteó y vio como una ola se levantaba amenazante, venía tras ella con una fuerza devastadora destruyendo toda dimensión a su paso.
    ¡Corre, corre no te detengas! – Gritaba Damián mientras luchaba contra sus ataduras y extendía una de sus manos hacia la joven – ¡Rápido, ven a mí, esto es una interferencia pero si me alcanzas podré ayudarte!.
       El cuerpo de la muchacha estaba paralizado de miedo, volteó hacia él con la mirada llena de desesperación y corrió lo más rápido que pudo.
    ¡Ayúdame! – Suplicaba sin mover sus labios y sin dejar de correr.
Pero como un monstruo la ola iba cayendo sobre si misma y la alcanzó antes de que pudiera tomar la mano de Damián. Una mezcla de espanto y asombro se dibujó en sus facciones, ella había desaparecido a escasos metros de él sin que pudiera hacer nada para evitarlo.
    Una... pesadilla... – Balbuceó
Aún estaba afectado e impotente cuando las ramas que le sujetaban desaparecieron junto con todo su sueño.

    ¡No! – Gritó sobresaltado, envuelto en sudor y con la respiración entrecortada – ¿Pero qué rayos... fue todo eso? Demasiado real... – Pensaba mientras aún podía sentir la presión de las ataduras en sus brazos.
Sonó el timbre y supo de inmediato quién era. De mala gana se puso en pie y caminó directo a la puerta.
    Hola Kuno – Saludó al abrir dándole la espalda de inmediato.
    ¿Cómo supiste que era yo? – Preguntó con ánimo mientras entraba, observando con disimulo la expresión de su amigo.
    La forma en que tocas el timbre es inconfundible. Además, ya habíamos acordado que vendrías por mi – Respondió sin entusiasmo – Me quedé dormido, dame unos minutos para cambiarme de ropa, no tardaré.
    Descuida, tenemos tiempo ¿Estás bien? – Preguntó disimulando su curiosidad.
    ¡Claro que lo estoy! – Respondió al instante y a la defensiva.
  Te conozco demasiado bien y también esa cara que traes – Dijo Kuno mientras buscaba un resumen de los apuntes entre libros y hojas desparramadas en el living – Estás alterado, no sabes mentir y no me voy a tragar eso de...
    Déjame en paz – Interrumpió mientras abrochaba los cordones de sus bototos – Estudié toda la noche para la prueba de hoy, estoy cansado – Agregó.
    ¿No tendrá que ver con tus sueños? – Preguntó mientras jugaba con su reloj de bolsillo.
    En serio. No estoy de ánimo.
    Entonces si es por un sueño... – Afirmó con una sonrisa triunfante en el rostro.
    ¡Basta Kuno! – Replicó molesto y dando una mirada severa a su amigo.
    Ya entendí, no te enojes – Sonrió con picardía.
       Ambos se encaminaron en dirección a la universidad y mantuvieron el silencio durante todo el trayecto, Kuno observaba a su amigo con disimulo e intentaba hallar una explicación a su comportamiento que, a pesar de ser introvertido y de pocos amigos, cada vez que se encerraba en si mismo de esa manera, era por causa de su extraña habilidad de manipular sueños. Poco antes de llegar al salón de clases notó que su acompañante se movía como si tuviera los brazos adoloridos, pero sabía que preguntarle sobre eso sólo haría que él se volviera más distante.
       Cuando llegaron, Damián tomó asiento donde siempre y Kuno se sentó a sus espaldas mientras algunos compañeros de clase se acercaban a saludarlo y a compartir detalles de la materia que entraría en la prueba que estaban a punto de rendir.

       Carlos entró al salón en silencio y dejó su portafolio sobre el mesón de docencia, tomó asiento, limpió sus anteojos, sacó un libro y leyó para si mismo. Pasaron más de quince minutos antes de que tomara las pruebas de su bolso. Observó a Damián y no fue indiferente a su rostro preocupado, luego consultó su reloj y miró por la ventana – Ella ya está aquí – Murmuró con cierto nerviosismo. Él también estaba preocupado y no sólo por su alumno, respiró profundo e intentó mantener la calma, después de todo si ellos volvían a encontrarse a causa del destino, significaría que todo estaría bien, porque las coincidencias no existían.
    Bueno – Anunció con una amplia sonrisa mientras se ponía de pie – Espero hayan sabido aprovechar bien los quince minutos que les di antes de iniciar. Aunque no creo que repasar la materia a última hora haga gran diferencia en el resultado.
    Estúpido – Murmuró Damián desviando la vista hacia el ventanal.
    La prueba es un regalo de fin de semestre adelantado, para quién estudio. Espero que les vaya bien – Agregó percatándose de que Damián no estaba prestando atención.
       Mientras el resto de los alumnos guardaba los apuntes y se preparaban para desarrollar la prueba, el joven docente se aproximó al banco de Damián.
– Necesito que te quedes después de clases, debemos hablar sobre temas de tu interés académico – Su rostro era amable y sereno.
    Lo que digas – El muchacho le devolvió una mirada apática.
       Carlos siguió su camino y fue en busca de los cuadernillos del examen, luego fue repartiéndolos uno por uno a sus estudiantes, cuando llegó junto a Kuno notó que éste le observaba con curiosidad, entonces le sonrió.
    No te preocupes, él estará bien... aún cuando sus sueños se estén transformando en pesadillas – Susurró y luego siguió con lo que estaba haciendo.
      Kuno estaba sorprendido, su imaginación suspicaz ya estaba estructurando algunas ideas, con gran esfuerzo tomó su lápiz e intentó concentrarse.
    Cálmate, estás paranoico. Es obvio que Carlos no sabe nada sobre Damián; además nunca se han llevado bien... – Pensó sin estar convencido de que eso fuera cierto, pero se forzó a desarrollar la prueba antes de que su gran imaginación continuara sembrando conjeturas.
       El docente dejó el examen sobre el banco de Damián y continuó con lo suyo sin mirar atrás, sin embargo, cuando el muchacho tomó el cuadernillo para colocar su nombre, fue arrastrado en un parpadeo a la profundidad de un sueño sin poder evitarlo.
       Ésta vez todo parecía estar rodeado de agua incluso él, pero no se percibía como tal porque podía respirar y moverse con libertad, se dibujaban ondulaciones a su alrededor cuando caminaba o se movía, intentó volver a la realidad sin éxito, como si una fuerza superior lo estuviera manteniendo cautivo en ese lugar.
       Luego de unos minutos el aroma que acompañaba sus sueños se hizo presente y de forma repentina se materializó una burbuja gigantesca frente a si, corrió hacia ella y notó que hacía de prisión a la mujer que ya había visto en la mañana, ella parecía inconsciente y estaba atada con amarras blancas. Damián se conmovió al verla y sin pensarlo posó la palma de la mano derecha sobre la pared de la burbuja.
    Lo siento, no pude ayudarte. Sé que esto es sólo una visión, pero dime qué puedo hacer para revertir esto, haré todo cuanto pueda.
La joven abrió los ojos, sin embargo, su mirada ya no era la misma, el color de su aura cambió de inmediato, como si fuera otra persona bajo su imagen, fue entonces que la burbuja se quebró como un vidrio, una gran columna de cristales rotos se levantó tras ella y se elevó mientras las vendas se dispersaban a su alrededor, Damián retrocedió y fijó sus ojos en los de la muchacha, quién sonrió con malicia.
    ¿Qué hiciste con la chica que vino a mis sueños? Aunque te veas como ella no puedes suplantar el color de su aura – El tono grave de su voz llenó todo el lugar.
Ella respondió levantando los brazos, bajo él reaparecieron las ramas y otra vez se enredaron en su cuerpo, la mujer empuñó las manos y las ataduras estrangularon a su víctima hasta hacerlo sangrar, el prisionero gritaba ante el dolor y la asfixia, pero no se dio por vencido y trató de mantenerse consciente.
    Dime, humano ¿Porqué tus manos están siempre frías como el hielo, olvidaste cumplir alguna promesa? ¿A quién abandonaste en el olvido? – Preguntó la mujer con una voz dura y profunda, sin mover los labios, sin dejar de sonreír.
    ¿Qué es... lo que... quieres... de... mi? – Preguntó con dificultad.
El muchacho ya sin fuerzas se entregó a la tortura sin resistencia, de inmediato cayó inconsciente.

     Carlos sabía que él estaba en trance, ya se había familiarizado con ese rostro inexpresivo, la mirada ausente, los labios entreabiertos y el espasmo ocasional de sus manos... algo muy sutil, pero evidente a alguien tan observador como él. El docente se aproximó a Damián, era el único alumno que quedaba en el salón, se sentó frente a él y lo vio de cerca, contuvo sus deseos de tocarlo y de abrazarlo, entonces notó que el brillo de sus ojos amarillos retornaba y que su respiración se volvía más agitada.
    Él está volviendo en si – Pensó.
       De inmediato se incorporó y colocó una mano en su hombro.
    Damián ¿Has terminado ya? – Carlos estaba de pie junto al banco de su alumno.
    ¿¡Qué!? ¿¡Cómo!? – El muchacho estaba confundido y exaltado.
    Que si has terminado la prueba, eres el único que queda en la sala.
    No... no puede ser... ¿Cuánto tiempo ha pasado? – Preguntó desorientado.
    Dos horas de clases – El docente se inclinó a Damián y tomó el cuadernillo – Ni siquiera has puesto tu nombre. Escucha, sé que no te agrado, pero si no puedes superar tus problemas personales conmigo no pasarás este ramo ni los otros en que soy tu profesor – Su mirada era apacible pero penetrante.
    Estudié toda la noche, creo que me bloqueé – Las manos de Damián se empuñaron sobre la mesa – Supongo que mis problemas me han jugado una mala pasada pero tú no tienes nada que ver con ello, no me agradas pero no soy tan estúpido como para perder mi semestre por ti.
    Siempre has tenido una actitud a la defensiva conmigo, no me interesa ser tu amigo ni inmiscuirme en tus asuntos, pero soy uno de tus docentes y me preocupa tu rendimiento. Otros colegas son indiferentes a este tipo de situaciones, solo se limitan a hacer su clase.
    ¿Quieres que aplauda tu ética profesional? – Damián se puso en pie – Repruébame, esta clase no me interesa, fue un error tomarla como ramo. Deja de preocuparte por mi, siempre he solucionado mis problemas solo. Permiso – Y sin más, salió de la sala.
       El docente tomó asiento apesadumbrado, una gran frustración se instaló en él.
    Esto va de mal en peor, su barrera contra todo es impenetrable – Pensaba mientras se tomaba la cabeza a dos manos e intentaba mantener las esperanzas en que, mas tarde que temprano, las cosas podrían mejorar... quizás ella podría hacer que mejorasen.

       El muchacho caminaba con prisa. Muy en el fondo de su corazón, donde aún quedaba un poco de calor, deseaba casi con desesperación un poco de paz, pero en vez de eso una sensación desagradable se apoderó él, ese horrible dolor punzante instalándose en su corazón otra vez a causa de esos recuerdos que no podía mantener a raya. Agotado se dirigió a casa, allí podría buscar la calma dentro de un sueño y liberarse del mundo real, al menos por el resto del día.
       Damián era una persona solitaria y de pocas palabras, alguien que sin proponérselo generaba un aire misterioso a su alrededor. Su cabello negro como el ébano contrastaba con su piel blanca y sus ojos amarillos como el sol, una mirada intensa donde el color fluorescía tras el marco de sus pestañas largas y tupidas que parecían delineadas con lápiz. Sin duda era un joven atractivo de veintitrés años que llamaba la atención de su entorno más de lo que él hubiera querido. La mitad de su familia había muerto en un accidente automovilístico cuando tenía ocho años, y el vacío que dejó en su interior la pérdida de su padre y de su hermano mayor, transformaron su personalidad de forma abrupta. Al poco tiempo descubrió que tenía un sexto sentido, la habilidad psíquica de viajar a través de los sueños y manipularlos a voluntad, también podía ver el color de las auras en las personas cada vez que quisiera, pero se volvió aun más introvertido y frío mientras crecía.
       El hecho de que el resto de las personas pensaran que él era extraño, que otros no le hablaran o que lo ignoraran, era absolutamente indiferente para él, porque podía huir de la realidad y encerrarse en su propio mundo cuando quisiera y encontrar allí el calor de su corazón cansado, esa paz que siempre se escondía de él como si fuera una travesura.
       Por otro lado, Kuno era su mejor amigo y la única persona que se mantuvo junto a él pese a todo; se conocían desde que tenían memoria y se querían como hermanos, aún antes de que Diego muriera. Sabía de las habilidades de su amigo y a su juicio era fascinante porque, a diferencia de él, Kuno era un tipo normal de veinticuatro años, de apariencia similar al resto y con una vida sin sobresaltos, o al menos eso creía, porque también tenía un séquito de chicas tras de sí que se sentían atraídas por su forma extravagante de vestir, sus ojos negros y su piel amarillenta como buena herencia de su ascendencia oriental, pese a que las facciones de su rostro jovial eran más occidentales.

       Ya eran pasadas las cinco de la tarde y el joven de los ojos amarillos estaba tendido sobre la alfombra de su habitación a un costado de la cama, la brisa fresca que entraba por el ventanal intentaba reconfortarlo de su malestar general, calmando su espíritu turbado. Sentía que todo estaba de cabeza en su vida, y lo peor había sido enfrentarse a dos interferencias de sueño sin siquiera poder oponer resistencia, como si por alguna razón hubiese despertado sin poder controlar su don. Decidió sumergirse en su mundo y corroborar que todo estuviera en orden, después de todo, podía moverse en las profundidades de sueño con plena libertad consciente, en ese hecho radicaba su extraña habilidad: Mantenerse consciente en los niveles de sueño profundo como si estuviera despierto y contemplar a cabalidad las expresiones de su inconsciente. Entonces, respiró profundo y se dejó arrastrar por la corriente del primer nivel de sueño, una vez allí vio hacia lo profundo y saltó al abismo de los que seguían. Damián caía con libertad, envuelto en una barrera de energía que lo mantendría a salvo de cualquier interferencia al llegar a ese lugar donde nacen los sueños, ese nivel que los expertos en el tema llamaban REM.
       Cuando llegó, Damián estableció límites seguros para su inconsciente y elevó las barreras psíquicas de su mente para no ser atacado por sorpresa. Una vez convencido de que todo estaba en orden, pudo entregarse a las expresiones libres de su inconsciente, para hallar en ellos, alguna respuesta de lo que estaba ocurriendo con él.
       Dentro del sueño apareció un bosque, el mismo que en la realidad colindaba el patio lateral de su casa. Deambuló sin prisa entre árboles altos que cubrían el cielo con sus grandes copas, escuchó pasos a lo lejos y reconoció al instante la silueta que se dibujó a la distancia, una silueta que cada vez más hacía clara: era la de un joven de catorce años, alto y delgado, de cabello castaño oscuro y ojos color turquesa. Esa persona había heredado los mismos ojos de su madre, y allí estaba esa mirada iluminando el rostro de su querido Diego... se llevó la mano al pecho para cubrir su corazón que parecía intentar escapar de su cuerpo, su hermano estaba frente a él y no podía abrazarlo ni tocarlo... sólo era una proyección de su inconsciente, una proyección para hallar respuestas, no para interactuar con ella. Siempre había evitado interactuar con la imagen de Diego en sus sueños porque despertar y estrellarse con su ausencia era más de lo que podía soportar.
       Continuó observando a su hermano, intuyó que estaba buscando una proyección de él siendo niño y la encontró recostada en el pasto detrás de un arbusto, era la imagen de si cuando tenía ocho años. El pequeño Damián se veía desanimado, Diego sonrió, lo tomó de mano y caminaron juntos en dirección a la casa, después de un par de minutos hicieron una carrera y el niño quedó atrás.
       El ambiente cambió de forma repentina y el cielo se oscureció, todo desapareció y de inmediato reapareció el living de su casa. Buscó las proyecciones en las habitaciones hasta que encontró al pequeño acurrucado en un rincón, envuelto en las sábanas de Diego, sollozando, llamando a su papá y a su hermano.

       El joven de los ojos amarillos despertó afectado por las emociones del sueño, no esperaba que las respuestas estuvieran en ese recuerdo lejano y aún no sabía como interpretar todo eso.
    No quiero que esto vuelva a mi ahora – Murmuró llevándose una mano a la cabeza.
Entonces la brisa comenzó a soplar con fuerza y trajo con él la fragancia que perfumaba su sueño, confundido levantó la vista y vio al pequeño Damián de sus sueños, parado junto al ventanal de su habitación, levantando una mano e invitándolo a seguirlo – Estoy despierto pero en trance, mi inconsciente quiere mostrarme algo – Y sin más preámbulos se puso en pie y comenzó a caminar tras la proyección de sí mismo.
Bajó la pequeña escalera que se continuaba desde el balcón de su pieza mientras recordaba cómo jugaba con su hermano cuando eran niños, en esa casa que habían compartido cada verano como familia, cuando nada había ocurrido aún y sin el pesar que sobrevivía cada día.
    Cuando era feliz... – Concluyó en silencio.
       El pequeño volteaba de vez en cuando y le sonreía mientras caminaba delante suyo, luego se escondía tras los árboles que se continuaban al jardín de su casa y se encaminaba al bosque que colindaba su propiedad.
       Se había internado bastante cuando la brisa amainó su soplido y el aroma desapareció, levantó la vista al cielo y su mirada contempló el movimiento de las copas sacudidas por el viento tal como había visto en su sueño, entonces supo que estaba en el camino correcto. El roce de unos dedos tibios y pequeños lo arrebataron de su abstracción, una mirada melancólica y profunda se fijó en su rostro mientras con la otra mano apuntaba hacia el frente, y sin más, la proyección de sí mismo desapareció.
       Damián caminó un poco más hasta escuchar sonidos de agua, muy cerca de ahí había un pequeño lago de agua salada y cristalina, que era alimentado por el brazo de una playa privada cercana.
       Cuando se aproximó pudo notar que en sus orillas, aferrado a una gran roca, el cuerpo de una mujer estaba inmóvil; sin pensarlo caminó hasta llegar a la orilla y se internó en al agua para llegar junto a ella, se desprendió de la chaqueta que llevaba puesta y la colocó sobre los hombros de la joven. Contempló sus cabellos negros como el azabache, largos y ondeados, traía puesto un vestido traslúcido tan delgado y fino como la seda que no estaba mojado pese a que la mitad de su cuerpo estaba sumido en el agua... no le dio mayor importancia a esto, la tomó en brazos y notó que su cuerpo emanaba ese perfume tan delicioso y extraño que le había estado haciendo compañía tanto en sus sueños como en la realidad.
       Caminó a casa con la muchacha en los brazos y al llegar, subió la pequeña escalera que hacía pocos momentos antes había descendido persiguiendo su inconsciente, entró por el ventanal abierto y la recostó con cuidado sobre su cama. Juntó las cortinas y buscó la hora en el reloj mural de su habitación: eran las siete de la tarde.
       Se sentó junto a ella y la observó con atención, era muy hermosa, su piel bronceada estaba fría y no representaba más allá de dieciséis años, tampoco tenía señales de agresión física ya que sus ropas estaban limpias y sin muestras de rasgaduras o sangre.
    Vaya, eres real después de todo – Sonrió para sí mientras acariciaba su mejilla.
Luego de tantear sus brazos y corroborar que el vestido estuviera seco, la tapó con un cobertor y fue a la cocina a calentar agua para darle algo caliente cuando despertara. El hervidor estaba recién puesto cuando sonó el timbre, Damián abrió la puerta encontrándose con el rostro preocupado de Kuno quién se esforzó en mantener una gran sonrisa. Sin más le hizo pasar y le ofreció un café.
    Cargado y sin azúcar – Pidió con evidente nerviosismo.
    Lo sé, en un segundo estará listo.
    ¿Qué te pasó hoy? – Preguntó mientras lo seguía a la cocina – Y no me digas que no quieres hablar de eso porque de una u otra forma lo averiguaré. Cuando pregunté por ti a Carlos dijo que habías venido a casa – Hizo una pausa nerviosa – ¿Tienes algún problema? me preocupas.
    No es en estricto rigor un problema – Respondió sirviendo el café e invitando a Kuno al living – Es peor que eso.
    Y te quejas de que soy paranoico. Siempre tengo la razón cuando se trata de ti – Dudó un segundo – Entonces, tiene que ver con tus sueños.
    Creo que estoy perdiendo el control de mis sueños – Bebió un sorbo de café y reflexionó un momento – Hay proyecciones de mi inconsciente que pasan a este plano real y no son sólo personas, también lugares y aromas.
    Sueños reales... ¡Eso es muy grave, Damián! – Su mirada se llenó de miedo – ¿Desde cuándo?.
    Sentí que algo andaba mal hace un par de semanas, pero hoy intervinieron mis sueños y no pude hacer nada para evitarlo, todo se transformó en una pesadilla.
    ¿Pesadilla? – El rostro de Kuno palideció al oír esa palabra – Cuando Carlos me entregó el cuadernillo del examen, dijo: No te preocupes, él estará bien, aún cuando sus sueños se estén transformando en pesadillas. Es obvio que hablaba de ti, la pregunta es ¿Porqué él habla como si te conociera?.
    Pero eso es ridículo, él y yo jamás hemos sido cercanos, no tiene cómo saber de mi.
    Sin embargo, está claro que no es una coincidencia, deberías averiguar al respecto porque no parece un comentario al azar – Kuno sujetó a Damián por el brazo y éste hizo una mueca de dolor – Además, estoy seguro que estas adolorido por las pesadillas que has tenido.
Ambos guardaron un silencio que se prolongó por más de cinco minutos. Meditaban sacando cada uno sus propias conclusiones, sin embargo, había algo en la actitud de Damián que no convencía a Kuno de que su amigo estuviera siendo del todo honesto con él.
    Estoy esperando el resto de la historia, sé que no me has dicho todo.
       El joven de los ojos amarillos dudó un momento, luego se levantó del sillón y comentó a su amigo con lujo de detalles de qué se trataban los sueños en cuestión y lo que había sucedido después de abandonar la facultad. Luego se encaminaron a la habitación de Damián.
       Sin ahondar en el tema fue narrando cómo halló a la chica y que la había traído a su casa. Cuando el muchacho abrió la puerta Kuno no daba crédito a lo que veían sus ojos, se aproximó a ella en silencio y la observó de cerca.
    ¿Porqué la trajiste aquí? – Preguntó susurrando e intentando mantener la calma.
    Ella es la persona que estaba pidiendo ayuda en mi sueño.
    No lo sabes, tú mismo dijiste que tu habilidad está inestable... podría ser la mujer que te hace daño, por ejemplo.
    Eso es imposible, ya comparé sus auras, además su aroma es inconfundible – Agregó al mismo tiempo que tomaba a Kuno por el brazo y salían de la habitación.
    Debes llamar a la policía y hablo en serio, podrías meterte en problemas – Dijo con seriedad – No sabes quién es o de donde viene, es posible que se haya escapado de un manicomio o algo así.
    ¡Siempre tan exagerado! Creo que me quedaré con ella, al menos hasta que despierte y me aclare algunas dudas, estoy seguro que necesita ayuda.
    Pues allá tú. Aunque no esté de acuerdo con lo que estás haciendo, puedes contar conmigo para lo que necesites – Esperó un momento – Es muy hermosa, dime donde la encontraste, tal vez pueda hallar una para mí.
    Sabía que saldrías con un comentario así – Sonrió.
       Kuno tomó su bolso y se alistó para ir a su departamento, visitar a su amigo no le devolvió la calma como él esperaba, ahora tenía más cosas en que pensar y cabos sueltos que unir. Siempre creyó que la habilidad de Damián le traería un día algo inesperado y maravilloso, pero no esperaba que fuera en forma de chica semidesnuda perdida en el bosque. Sólo quería que su amigo, su hermano, estuviera bien y velaría por ello sin importar lo que tuviera que hacer o sacrificar, después de todo él era la persona que más quería.
    Supongo que no iras a la fiesta de Joyce éste sábado – Dijo antes de despedirse en la puerta – Creo que quiere volver contigo.
    No puedo pensar en esas cosas por ahora – Damián se volvió pensativo.
    ¿Estás loco? – Preguntó extrañado – Has esperado esta oportunidad durante meses con la esperanza de reconciliarte.
    Tengo que ocuparme de estos asuntos primero, no quiero distracciones – Agregó frunciendo el ceño – Además, conociendo a Joyce, no creo que note mi ausencia.
       Luego de cerrar la puerta, Damián regresó a la cocina para preparar una bandeja con algo para comer, una taza y servilletas, recalentó el agua, llenó un termo y llevó todo a su habitación dejando la bandeja sobre el escritorio al pie de su cama. Eran las nueve de la noche y ya estaba sintiéndose el frío nocturno, acercó una silla y se sentó frente a ella, se cubrió con una frazada y decidió aguardar hasta que despertara. Su corazón latía con fuerza, mientras sus recuerdos desaparecían y una cálida sensación de paz estaba llenando su interior, al fin.

       No muy lejos de ese lugar, un hombre preocupado no podía dormir pese a su gran cansancio, el sólo hecho de cerrar los ojos y tratar de conciliar el sueño era una tortura, miles de imágenes jamás dejaban de dar vueltas en su mente, siempre estaban presentes en su cabeza como si viviera todo el tiempo dentro de una pesadilla
    Basta, por favor – Susurró tomándose la cabeza con ambas manos mientras caminaba alrededor de su cama – Dios mío ayúdame, no quiero enloquecer.
       Con manos temblorosas tomó el frasco de su prescripción médica que estaba sobre el velador, se llevó una pastilla más a la boca y se dejó caer rendido sobre la cama sin más testigos que esa soledad, esa tortuosa soledad que carcomía su alma desde que sus recuerdos habían regresado hacía ya varios años, ese día de donde fluían esas pesadillas y nacían aquellos interminables recuerdos de los que tanto deseaba ser libre.
       Luego de veinte minutos que parecieron eternos, Carlos logró conciliar el sueño. De vez en cuando daba vueltas entre las sábanas batallando con los fantasmas de su pasado, mientras un sudor frío humedecía su frente y las horas se sucedían lentamente haciendo que la noche se encaminara hacia el amanecer.

***

Si han llegado hasta aquí puedo sentirme satisfecha :D!!! En el libro, al final de cada capítulo hay una ilustración hecha por mi.

No tengo mucho más que decir, salvo que en este momento me siento muy expuesta xD. El arte en si, es una puerta hacia la intimidad del artista... y aún cuando los espectadores sólo vean "códigos", uno nunca deja de sentir que hay demasiado a la vista y siempre hay algunos que pueden "ver" a través del artista, mucho más que el resto.

Amelie

PD: Como también estoy dibujando, pueden dar un vistazo a Instagram (https://www.instagram.com/d.raiman/), ahí estoy subiendo ilustraciones, entre otras cosas ^^

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