domingo, 5 de noviembre de 2017

EL CANTO DE NEREIDE EN FILSA 2017

Me dijeron el otro día que mi blog era como un diario de vida... 

La verdad es que empecé a escribirlo a modo de bitácora, quería registrar aquí las experiencias más importantes en el camino que he trazado para transformarme en "escritora", aunque al pasar del tiempo llegué a la conclusión de que ya lo era, porque escribir es algo hago desde que aprendí en el colegio, que no necesitaba publicar un libro formalmente para serlo... aunque así lo sentía en un principio. En la sociedad actual los títulos son muy importantes,  no sólo para "situar" a las personas en niveles y categorías, sino que también para validar sus opiniones frente a todo, incluso la vida... es algo con lo que no estoy de acuerdo, una cosa es tener fundamentos objetivos en los que se pueden apoyar las opiniones (aunque considero que las opiniones personales son igual de importantes que las objetivas), y otra muy distinta es validar esa opinión sólo porque quién la emitió sea "experta"...

Creo que me fui por las ramas ja ja ja... sin embargo (y volviendo a la primera línea), aunque en un principio me hizo "bulla" la descripción que me dieron sobre el blog desde fuera, debo reconocer que no me desagrada, ahora siento que es mucho más personal de lo que era mi intención en el principio y por tanto mucho más honesto de lo que yo creía. Como sea, mis objetivos en este espacio se están cumpliendo y eso me encanta ;D

Siguiendo con la intencionalidad de registrar lo importante, tengo la necesidad de hablar sobre FILSA 2017 (Feria Internacional del Libro de Santiago) y lo que ha significado para mi... 
Es muy común imaginar lo que deseamos y quedarnos cortos en las expectativas cuando planificamos; luego de terminar el curso de Escritura Creativa que tomé en la Editorial Loba Ediciones, creí que tardaría menos en publicar (algo así como que en cuánto terminara el manuscrito sería casi automático... por Dios! Es obvio que no sabía nada sobre la vida ja ja ja). 

Hace dos años venía de vuelta a mi casa mientras manejaba mi auto, era de noche y estaba muy cansada porque en ese tiempo trabajaba dos turnos para juntar el dinero suficiente, que me permitiera renunciar a mi trabajo regular para terminar de escribir El Canto de Nereide. Pasé por fuera de la Estación Mapocho y soñé en voz alta, dije: En un año, mi libro va a estar en FILSA... me equivoqué, no fue el año pasado, pero si fue en éste :D!


A nivel de Editoriales Independientes, FILSA no representa ningún beneficio más que algo de status y difusión, es importante porque se generan contactos y no deja de ser una ventana al mundo... sin embargo, no hay mucho espacio para el talento nacional y priman los libros extranjeros... las masas consumen autores consagrados y libros "escritos" por farandulilla criolla, y a pesar de que esto me desagrada tanto como escuchar reggetón, no puedo culpar a las personas por elegir "lo seguro" y consumir los frutos exóticos del extranjero, no puedo porque la responsabilidad parte por casa y en nuestro país no hay incentivos, ni educación, ni cultura que promueva las artes en general; la dura realidad es que a los chilenos no les gusta leer y a quienes sí gustamos de la lectura, si somos de clase media y aún no ganamos un sueldo, lo único que nos queda son plataformas de libros virtuales y/o piratas, acceder a un libro original es casi imposible para alguien que gana el sueldo mínimo en este país. ¿Y las bibliotecas? Bueno, si quieres leer Papelucho o a Isabel Allende, por supuesto que encontrarás ejemplares disponibles, pero si ya pasaste por esos autores y deseas sumergirte en el mundo de otros nuevos, masivos, de moda o más rebuscados, es casi imposible. Sin ir más lejos, jamás pude encontrar disponible El Señor de los Anillos en el Bibliometro.

Sin embargo, para una novata como yo, cuya novela se lanzó en Agosto de este año, estar en FILSA dos meses después, es un sueño cumplido... Mi novela está en una ventana hacia el mundo, en un stand (Stand de Hueders, C-25) compartiendo lugar con otros títulos de autores que se han abierto paso con las mismas dificultades que yo... es indescriptible!

El jueves que recién pasó me tocó estar en una mesita en el stand para firmar libros a quienes quisieran "arriesgarse" a llevar el libro de una desconocida... hubo una chica llamada Grace que después de escuchar mi descripción personal sobre la trama, se fue diciendo que volvería otro día, y en menos de 5 minutos había vuelto por él... en verdad que no podía caer en mi misma de tanta felicidad, porque estar en FILSA y vender un libro allí, para alguien que tiene un título en el mercado desde hace sólo dos meses, es como sacarse la lotería ^^!



Allí también estaba Pablo Simonetti, el mismo que hacía tres años me había dicho que si yo no había sido seleccionada en su taller de Escritura Creativa impartido en la Universidad Finis Terrae, era porque él buscaba originalidad y tal vez la muestra que yo envié para selección (los 3 primero capítulos de El Canto de Nereide), no era lo suficientemente original... por supuesto que él tenía una fila interminable de gente en su mesa y en verdad me sentí feliz por él, nuestras miradas se encontraron aunque estoy absolutamente segura de que él no tienen ni la más mínima idea de quién soy, ni me recuerda de la forma en que yo si me acuerdo de él; pero también me sentí feliz por mi, por ser perseverante y no rendirme, porque logré llegar al primer peldaño de lo que soñé cuando decidí publicar...

Estoy feliz, siento energías renovadas para continuar, las señales siguen siendo buenas hasta ahora... cada día aprendo un poco más observando a otros autores, abriendo los ojos a nuevas ideas, sigo soñando en grande y no olvidando a dónde quiero llegar, aún cuando para eso falten otros muchos años... o tal vez, no tantos...


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