viernes, 15 de abril de 2016

CAMINANDO HACIA EL AMANECER

Escribo... escribo... escribo porque no tengo habilidad para expresarme con claridad, cada vez que hablo las palabras se me arremolinan en la lengua y no puedo decir lo que en verdad quisiera decir. Creo que la ansiedad siempre acaba devorándome.
No creí nunca tener el don de ser una buena escritora, y lo digo en serio, sin victimizarme sino con la honestidad de la humildad... ya quisiera ser una persona segura de sí misma y de las cosas que hace.

No sé si soy creativa, pero si sé que soy intuitiva y que siento con intensidad TODAS las emociones porque, cada vez que canto y cada vez que escribo me transformo en una corriente de sentimientos que fluyen de mi a alguna parte... me he emocionado cantando hasta llorar y lo mismo escribiendo, siento que cuando hago cualquiera de esas dos cosas emerge mi yo más honesto, siento que me transformo el algo luminoso y caen a mis pies las cáscaras oscuras que intentan mantenerme cautiva.

Escribo... escribo... escribo porque me apasiona hacerlo y esa pasión no tiene una razón, mi corazón se acelera, mi respiración se torna profunda, pierdo la noción del espacio que me rodea y me sumerjo en esa corriente de emociones que nacen de mi. Y de pronto me siento poderosa y vibrante... me siento feliz.

Escribo ahora porque estoy en el punto en que odio lo que estoy escribiendo... odio mi novela, pero es parte del proceso. En el camino la he amado, ansiado, imaginado, soñado, abandonado, retomado, traicionado; en un espiral más vertiginoso cada vez, y ahora que estoy a punto de terminarla, la odio y siento que no es lo suficientemente buena para gustarle a nadie más que a mi, entonces me tomo la cabeza a dos manos y pienso en quemarla y abandonarla como he abandonado tantos sueños. Respiro profundo y recuerdo que mientras a mi me guste, no importa si a nadie más no, porque la primera persona para la que escribo soy yo.

Estoy en medio de la prueba, en el momento más frío antes de que amanezca, luchando contra mi peor enemigo: YO. Sobreponiéndome al auto boicot que he intentado poner en marcha para fracasar, pero no me rendiré sin luchar porque no sé si lo que escribo es bueno o malo al fin y al cabo, sin embargo amo hacerlo y no estoy dispuesta a perder ese amor que me ancla a la cordura.

Necesitaba desahogarme. Ahora de vuelta al trabajo, hay que acabar lo que se empieza.

Amelie

1 comentario:

Lo más destacado

¡HE VUELTO!

Creo que todas las entradas en este blog comienzan de la misma forma: "Hace mucho tiempo que no pasaba por aquí..." y lamento que ...

Lo más leído